
Tissot es el nombre más importante de los relojes de la SMH (Société Suisse de Microelectronique et d’Horlorgerie), piezas de precio intermedio que acaparan más de la mitad de las ventas del sector; el resto de las firmas de esta sociedad son Pierre Balmain, Hamilton, Certina y Mido. Tissot tuvo su origen en 1853, cuando Charles-Emile Tissot volvió a Le Locle después de haber trabajado en América durante cinco años y persuadió a su padre para que abrieran una fábrica de relojes. Sus modelos se vendieron a los distribuidores de los Estados Unidos y después a los rusos, un mercado que Tissot ha cuidado con gran interés y que se convirtió en su principal salida tras la revolución de 1917. En 1904, la corte imperial había encargado a Tissot un reloj de bolsillo para otorgar a los oficiales en pago por sus servicios especiales; el primero de ellos fue fabricado en 1915. En 1930, la compañía amplié su mercado con la producción del primer reloj antimagnético, y el “Navigator” de Tissot se convirtió en el primer reloj automático con calendario internacional que podía mostrar a la vez la hora local y la hora mundial. Tissot entró en la era electrónica desarrollando un nuevo embrague electromagnético que facilitaba los cambios automáticos en las diferentes zonas horarias, y en 1985 puso a la venta el primer “Rock Watch” con una caja hecha de granito suizo de millones de años de edad. En 1991 añadieron a la Coleccion el “Creation” de cerámica; muchos de los relojes únicos de Tissot se han convertido en preciadas piezas de coleccionista.
